17 años...
Justamente era la edad que tenía cuando terminé el colegio. Justo ahora es la mitad de mi vida.
Divertido pensar como se repiten los papeles, los lugares, los modos y formas. Como habíamos cambiado tanto y tan poco en realidad. Lo fácil que sigue siendo hablar con algunos, contar el resto de nuestra vida en un segundo, en un minuto,... sumar las horas, los amores hallados y perdidos, los hijos tenidos, los lugares visitados..., eso en un minuto y sentir que parece que nada ha cambiado, que dentro de un momento alguien vendrá a regañarnos por montar demasiado escándalo... y sin embargo, hoy día soy yo la que regaño y corrijo de rojo los exámenes de mis alumnos, que me preguntan:
Justamente era la edad que tenía cuando terminé el colegio. Justo ahora es la mitad de mi vida.
Divertido pensar como se repiten los papeles, los lugares, los modos y formas. Como habíamos cambiado tanto y tan poco en realidad. Lo fácil que sigue siendo hablar con algunos, contar el resto de nuestra vida en un segundo, en un minuto,... sumar las horas, los amores hallados y perdidos, los hijos tenidos, los lugares visitados..., eso en un minuto y sentir que parece que nada ha cambiado, que dentro de un momento alguien vendrá a regañarnos por montar demasiado escándalo... y sin embargo, hoy día soy yo la que regaño y corrijo de rojo los exámenes de mis alumnos, que me preguntan: